
Una vez más es lo mismo, me prometí que no sucedería mas, pero aquí estoy otra vez en una cama desconocida, un lugar que no conozco, a mi lado una persona que no reconozco y para colmo es hombre.
El sabor en la boca lo confirma, si igual que la ultima vez, ese sabor es inconfundible... lo volví a hace, ese sabor es de romeritos con mole y cerveza indio, un año mas que me prometo retirarme temprano de la fiesta, pero no lo hice y aquí estoy tirado en el cuarto de mi primo que tomo aun más que yo
¿Qué hora es? ¿Las 9, 10,11? No lo sé, los ojos me arden como si me hubiera caído pipi de gato, y la boca huele como a cantina, el cuerpo me duele como si hubiera corrido la maratón pero la normal y yo sin silla de ruedas, la cabeza me duele en un dolor que es directamente proporcional al ángulo en el que la inclino así que decido mantenerla derecha, como soldado británico.
Mis tíos están tirados al pie de la escalera, parece película de zombis, muertos por todas partes, algunos bocabajo otros como que trataron de escapar de los zombis subiendo por la escalera, mi astucia cinematográfica y mi memoria de elefante me dicen que debe haber por ley alguien dormido en el baño.
El sentimiento de culpa me ahoga, para que chingados me quede si ya sé que esto termina siempre así, llegando a la cocina a las 5 de la mañana a comernos lo que en nuestro sano juico despreciamos, además creo que odio los putos romeritos es comida para vacas, la cerveza indio no es lo mío y el mezcal curado de 30 pesos el litro “pruébalo primo, me lo trajeron de la merita fabrica” (de la fábrica de anticongelante cabrón) tampoco le cae bien a mi organismo.
Bueno, primera promesa rota del año, amanecer bien no se dio, tomare un poco de agua y saldré a caminar y hare de cuenta que empecé el año haciendo ejercicio, ¿se vale no?
Si tan solo hubiera algo para quitarme este dolor de cabeza, me asomo a la ciudad y si efectivamente los zombis mataron ayer a toda la población, ni un alma en la ciudad, todos debieron huir, iré a la tienda, seguramente los zombis la dejaron completa ya que solo comen cerebros, y las donas y el café no entran en su dieta.
Ahhh que pinche dolor, ojala los zombis me comieran el cerebro para que deje de dolerme, aunque el cerebro no registra dolor, creo que de todas maneras me alivianarían.
Feliz año a todos bastardos, no hagan promesas que no puedan cumplir, como hacer ejercicio o gastar menos, son ustedes lo más bajo de la sociedad así que no pueden aspirar a metas tan nobles como ellas, quédense en su mediocridad comiendo chatarra, sedentarizandose y haciendo más ricos a los ricos del mundo comprando sus pinches gadgets de lujo.
¿Donde encontraré chilaquiles con quesito y pollo a esta hora?