jueves, 13 de junio de 2024

El mundo en torno a ti.









Construías un gran barco
todo él hecho de marfil,
todos salvo tú veían
que la nave se iba a hundir.

Nos conocimos por casualidad, de esas casualidades de película cursi hollywodense, tu llegaste a esa fiesta acompañando a tu amiga que no quería encontrar a su expareja y no quería estar sola si eso pasaba yo en el trabajo esperando que el cliente y anfitrión de la fiesta pagara por la decoración y la música.

Me senté lo mas lejos que pude para irme pronto, tenía uno de esos dolores de cabeza que sin ser fuertes son molestos como un zumbido que te hace sentir que estas metido adentro de un ventilador, encontré un espacio excelente, lejos de la música pero lo suficiente para apreciarla y al mismo tiempo un lugar donde no vinieran los fumadores a importunar con su tabaco.


No advertiste el odio y la ira
entre tu tripulación,
yo temía por tu vida,
tú seguías sirviendo ron.

Y entonces llegaste , justo a ese lugar, de todos los metros cuadrados disponibles decidiste instalar tu persona con olor a marihuana y espantosos tatuajes de vagabunda, de esos que se ponen los tarados de tu generación porque no tienen nada mejor que hacer, no pertenecen a una banda, ni de rock ni de motociclistas, tatuajes para sentirse diferentes.

Mi intento de ahuyentarte con mi gesto de  repugnancia y barrerte de arriba a bajo no parecieron funcionar pues llegaste directo a mi, mirándome con esos ojos de alguien que quiere platicar algo como los niños cuando hecho una broma y quieren compartirlo con sus amigos, debo reconocer que eso me desarmó pues esperaba hostilidad de regreso.


Y entonces supe que algún día
te tendría que rescatar,
y esa es una de las cosas,
que jamás podrás comprar.

¿Eres familiar de la quinceañera? fue tu pregunta, con lo cual concluí que probablemente si eras idiota solo que no podía deducir si de nacimiento o a causa de las drogas, para mi era claro que no encajaba en ese lugar de gente bonita y ropa muy cara, el color de mi piel, estatura y fisonomía me descartaban automáticamente de ello, asi que contesté - NO - estaba a punto de moverme de lugar pero pensé "mejor que se largue la marihuana a otro lado yo quiero quedarme aqui" y empezaste a tararear "Wonderwall" , me picó al curiosidad de porque la conocías, no eras tan vieja para ser una adolescente cuando salió ni tan joven como ser compañera de la quinceañera, probablemente tu hermano mayor la escuchaba y de ahí se volvió parte de tu repertorio.


No me pidas que bendiga
lo que intento maldecir
cuando el mundo entero gira en torno a ti.


El dinero no llegaba, la fiesta ya había arrancado y yo estaba ahí atorado con una marihuana con tatuajes corrientes que me seducía de manera involuntaria con todas sus contradicciones, siempre me he jactado de poder delinear a una persona con una mirada de su aspecto y unas cuantas preguntas, pero en este juego del gato y el ratón el constante zigzag de tus respuestas terminó relajándome, el dolro de cabeza desapareció y tu amiga estaba alegremente ebria y feliz de no haber encontrado a su ex y parecía encantada don la idea de ser nuestra celestina, me dijo que te gustaba "la musica de viejitos"  , Billy Joel, Nacho Vegas, Phil Collins, José José, que odiabas las películas para rucas calientes que nos e ubicabnan en su edad, Crepúsculo, sombras de Grey que habías querido entrar al servicio militar y te rebotaron por "desnutrida".





¿Es tu vida una disforia?
La respuesta corta es sí.

3 meses y con una exactitud asombrosa tal como dicen y predicen las revistas del corazón, nuestra primera pelea, nos dijimos todo lo que dolia, nos herimos y desgarramos, lo que empezó como un pequeño desacuerdo terminó en una batalla sin cuartel, nunca unas simples palabras me habían dolido tanto y nunca había usado palabras tan crueles contra nadie, con frenesí nos atacamos, con todo, sin tregua  hasta que solo quedó el silencio, catártico que se robaba hasta la luz, y después lamimos nuestras heridas, las remendamos mutuamente y mezclamos nuestra sangre, probablemente el único de nuestros fluidos que no se había mezclado a la fecha.

Somos como dos borrachos
insultándose entre sí;
yo entre mis bellos tarados,
tú en tu absurdo frenesí
Crees que el mundo entero gira en torno a ti.





Llegará el naufragio
en tu nave de marfil,
se avecina una tormenta y
y se desatará el motín;





y aunque ya no gire el mundo en torno a ti,
yo casi siempre estaré ahí...


Y aqui estamos , 1 años después, juntos,  yo con 1 tatuaje que no se como me convenciste de hacerme, viviendo la vida dia a dia, cada dia pienso en largarme sintiendo que no pertenezco aqui pero dando gracias al anochecer por estar aqui, viviendo esta sensación de estar a la mitad de algo.

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